LAS FIESTAS DEL CUSCO
En el mes de Junio, Cusco se viste de gala pues celebramos la fiesta mas importante del año . Recordamos en estas fechas a nuestros antepasados los incas, conmemoramos el gran imperio que un día fue, el cual se mostró con un gran esplendor durante la época del incanato conquistando a otras culturas y hasta a la misma naturaleza, esto queda demostrado mediante la arquitectura que hasta ahora persiste.
Inti Raymi (en quechua ‘fiesta del Sol’) es una antigua ceremonia religiosa andina en honor al Inti (el padre sol), que se realiza cada solsticio de invierno en los Andes.
Durante la época de los Incas, el Inti Raymi era el más importante de los cuatro festivales celebrados en el Cusco,1 según relata el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616),
que significaba el inicio de una nueva etapa, el "tiempo circular
inca"(debido no concebían el tiempo como lineal sino como un círculo
cronológico)así como el origen mítico del Inca,quien
fuese enviado por el Sol(como dios ordenador de las acciones de las
poblaciones del antiguo mundo). Su celebración duraba 15 días, en los
cuales había danzas, ceremonias y sacrificios. El último Inti Raymi con
la presencia del Inca fue realizado en 1535.
En 1572 el virrey Francisco Álvarez de Toledo (1515-1584) la prohibió por considerarla una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. Se siguió realizando de manera clandestina, como protesta a la " extirpación de ideolatrías"2
En 1944, Faustino Espinoza Navarro ejecutó una reconstrucción histórica del Inti Raymi. La reconstrucción se basa en la crónica del Inca Garcilaso de la Vega
y sólo se refiere a la ceremonia religiosa. Desde esa fecha en
adelante, la ceremonia vuelve a ser un evento público y de gran
atractivo turístico.
Aunque hoy conocemos a esta celebración con su nombre quechua de Inti
Raymi, en realidad se trata de una festividad común a muchos pueblos
prehispánicos de los Andes, y que seguramente precede con mucho a la
formación del Imperio incaico.
El Inti Raymi aún se celebra como rito sincrético
en muchas comunidades andinas. En el callejón interandino septentrional
del Ecuador, por ejemplo, el conjunto de festividades relacionadas
abarca todo el mes de junio y parte de julio, teniendo cada ciudad sus
propios ritos y costumbres, y llegando a paralizarse la vida cotidiana
como efecto de las celebraciones, que toman las avenidas noche y día.
En la época de los incas, esta ceremonia se realizaba en la plaza Huacaypata (hoy Plaza Mayor3 del Cusco),
con la asistencia de la totalidad de la población de la urbe, tal vez
unas cien mil personas. Con la llegada de los españoles, fue suprimida.
Hoy en día comienzan a resurgir.
En el solsticio de invierno
sucede el día más corto y la noche más larga del año. Durante la época
incaica, ese hecho revestía fundamental importancia, pues era el punto
de partida del nuevo año, que se asociaba con los orígenes de la propia etnia inca. Inca Garcilaso de la Vega nos dice que era ésta la principal fiesta y a ella concurrían «los curacas,
señores de vasallos, de todo el imperio [...] con sus mayores galas e
invenciones que podían haber». La preparación era estricta, pues en los
previos «tres días no comían sino un poco de maíz blanco, crudo, y unas
pocas de yerbas que llaman chúcam
y agua simple. En todo este tiempo no encendían fuego en toda la ciudad
y se abstenían de dormir con sus mujeres». Para la ceremonia misma, las
vírgenes del Sol preparaban unos panecillos de maíz.
Ese día, el soberano y sus parientes esperaban descalzos la salida
del sol en la plaza. Puestos en cuclillas («que entre estos indios es
tanto como ponerse de rodillas», aclara el cronista), con los brazos
abiertos y dando besos al aire, recibían al astro rey. Entonces el inca,
con dos vasos de madera ( el kero era de madera , no de oro , ellos
asimilaron este vaso ceremonial de la cultura tiahuanaco), brindaba la
chicha de jora : del vaso que mantenía en la mano izquierda bebían sus
parientes; el de la derecha era derramado y vertido en un tinajón de
oro.
Después todos iban al Coricancha
y adoraban al sol. Los curacas entregaban las ofrendas que habían
traído de sus tierras y luego el cortejo volvía a la plaza, donde se
realizaba el masivo sacrificio del ganado ante el fuego nuevo que se encendía utilizando como espejo el brazalete de oro del sacerdote principal. La carne de los animales era repartida entre todos los presentes, así como una gran cantidad de chicha, con la que los festejos continuaban durante los siguientes días.
Representación contemporánea 
En el Cusco de hoy, el Inti Raymi, como no podía ser de otro modo, tiene un carácter distinto, de espectáculo dirigido tanto a los turistas como a los propios cusqueños,
para quienes es un punto de referencia de su conciencia local. Por esto
último concita tanto entusiasmo y participación masiva.
La representación, en la que intervienen miles de personas, empieza frente al Coricancha, donde un inca (rey) ficticio realiza una invocación al Sol. Los espectadores, entre tanto, esperan en la explanada de Sacsayhuamán,
hacia la que el cortejo se desplaza de inmediato. Éste ingresa al
escenario llevando al inca en su litera por grupos que representan a los
pobladores de los cuatro suyos. Después se procede al sacrificio de una
alpaca y el inca invoca a su padre el Sol.
La nueva versión del Inti Raymi nace por iniciativa de Humberto Vidal Unda. El guion de la representación lo escribió en quechua Faustino Espinoza Navarro,
quien durante muchos años también representó el papel de inca. Los
participantes toman muy en serio su papel y el espectáculo es un
derroche de colorido, música y danzas.
Con más de sesenta años de existencia, el nuevo Inti Raymi es ahora
parte inseparable de la vida del Cusco. No sólo es el acto central del
mes de Junio en la ciudad, sino que su fama ha trascendido las fronteras
peruanas y también, dentro de ellas, ha sido el ejemplo para otros
festivales de la identidad nacional, como el Cóndor Raymi.
FUENTE:
www.wikipedia.org